miércoles, 9 de mayo de 2012

GIOCONDA, de Lucille Turner


Datos Tacnicos:
Título: Gioconda
Autor: Lucille Turner
Editorial: Ediciones B
Idioma original: Inglés
Traductor: Joan Soler
Nº páginas: 325


Sinopsis
Leonardo es un joven curioso y con grandes dotes para el dibujo, que sorprende a todos por su ingenio sin límites. Antes de viajar a Florencia, para estudiar en el taller del famoso maestro Verrocchio, conoce a Lisa Gherardini, que se convertirá en su amor platónico. Famoso ya como pintor con el nombre de Leonardo Da Vinci, trabaja en las cortes más espléndidas de Italia, a las órdenes de los Médicis y de los Sforza. En este punto de su vida se reencuentra con Lisa, ahora Mona Lisa de Giocondo, a quien consigue retratar por fin. Testigo de la convulsa situación por la que atraviesa Florencia a causa del rigor religioso se Savonarola, decide abandonar la ciudad con el lienzo de la Gioconda, el retrato fetiche de su amor de juventud, nunca correspondido.

El genio inclasificable del Renacimiento se nos revela en esta novela en todas sus facetas: anatomista, pintor, urbanista, ingeniero, poeta, botánico, así como maestro en un sinfín de artes y ciencias en los que innovó de manera sobresaliente. Su relación con Lisa de Giocondo nos acerca como nunca antes al subyugante retrato de ésta, del que se ha dicho y escrito casi todo, y a sus dos grandes protagonistas: el genial pintor y su enigmática musa.

Opinión personal
Una novela histórica que hace una serie de apuestas muy valientes y sale ganadora. La poetisa anglo-francesa Lucille Turner muestra su visión de las relaciones entre el genio y la modelo de su cuadro más famoso, desde el hipotético encuentro durante su infancia hasta que finaliza la pintura. En realidad, hace mucho más que eso: recrea de forma magistral la que pudo haber sido la vida de Leonardo en ese periodo. Y lo hace con un ritmo pausado en apariencia, pero lleno de corrientes subterráneas, como un río caudaloso, con sus lagunas en las zonas calmas y sus aguas turbulentas cuando lo requiere la ocasión.

La autora no solo se aventura al tratar un tema, repleto de controversias y de opiniones encontradas, sino que apuesta fuerte al fijar el punto de vista de la narración en un solo personaje foco, Leonardo, consiguiendo así darle una fuerza al personaje muy en consonancia con la figura histórica que fue. Pero no es el único personaje que cobra vida en esta novela. Lucille sabe tratar a sus criaturas con  mano firme y es capaz, a través de los ojos del pintor, de conseguir que todo el elenco  nos parezca real, dando lugar a personas vívidas, creíbles y con profundidad suficiente como para trasladarnos a las cortes renacentistas. Y en esas cortes nos quedamos, pues es el propio Leonardo quien nos presenta la época dorada de las ciudades estado con gran rigor histórico y ni un solo detalle nos chirria en la narración.

La segunda apuesta que hace la autora y, a mi modo de ver, la más arriesgada, es la del tiempo verbal que utiliza. Se decanta por el presente, una forma nada fácil, y demuestra así su buen hacer literario sin que en ningún momento suene discordante ni extraño. Se debe dominar muy bien el lenguaje para mantener el ritmo y la fluidez en una novela así narrada.

Esto nos lleva a lo que para mí es el gran valor de esta novelista: su exquisita prosa, llena de  lirismo, trabajada y bien desarrollada, sin caer  en ningún momento en un lenguaje cargante o almibarado. Con un estilo fluido, rico y muy cuidado, va desgranando los pensamientos y vivencias de Leonardo. Consigue con maestría que disfrutemos de una novela original, rica y que no nos dejará indiferentes, pues hace que nos quedemos prendidos de la historia sin que la técnica tan poco habitual de narrarnos una historia en presente nos llame la atención. Eso es algo que  solo está en manos de virtuosos del lenguaje, y creo que esta escritora lo es.

Históricamente no me parece que  aporte nada nuevo a lo que  sabemos de Leonardo, pero tampoco creo que lo pretenda; la autora no intenta que sea una tesis, una biografía o una crónica de su vida. Es una recreación magníficamente escrita que, sin entusiasmar como una obra maestra, va a dejar al lector un muy buen sabor de boca.

Esta novela ha sido galardonada en el IV encuentro con el premio Hislibris al mejor autor novel.