martes, 7 de mayo de 2019

EL GUERRERO A LA SOMBRA DEL CEREZO, David B. Gil.


Seizô Ikeda, último descendiente de la casa regente de la provincia de Izumo, queda huérfano tras una noche aciaga en la que su familia es asesinada y el castillo de su clan quemado hasta los cimientos. Con apenas nueve años se ve obligado a convertirse en un exiliado en su propia tierra, un prófugo al cuidado de Kenzaburô Arima, último samurái con vida del ejército de su padre. Su huida es, al mismo tiempo, el primer paso en un camino de venganza de consecuencias imprevisibles.

En la otra punta del país, Ekei Inafune, un médico repudiado por aplicar las artes aprendidas entre los bárbaros llegados de Occidente, se ve inmerso en una conspiración que puede acabar con la paz recién instaurada por el nuevo shogún, Ieyasu Tokugawa. Una paz que debe poner fin a más de dos siglos de guerra civil. 

Ambos recorren las cenizas de un Japón apenas pacificado en el que las conspiraciones, la venganza y la ambición de los señores samuráis amenazan con quebrar un frágil equilibrio. Dos vidas que se entrelazan a lo largo del tiempo, hasta confluir en un momento decisivo.
Antes de empezar a comentar la novela en sí queremos hacer hincapié en varios factores importante que hay que resaltar:

Estamos ante una novela inicialmente autoeditada. El autor la escribe, busca quien le corrija y revise el manuscrito, busca portadista y la sube a un portal como Amazón. Y comienza su labor de distribución, como la de cualquier autor autoeditado, con una salvedad: no ha habido spam, cosa que se agradece en grado sumo. El éxito es tal que pronto se sitúa en los primero puestos de su categoría de Amazon y se mantiene durante mucho tiempo.  
No solamente eso, sino que, con gran audacia, el autor la presentó al Certamen de Novela Histórica Hislibris, en varias candidaturas. Al final recibió el premio a Mejor Autor Novel 2015, convenciendo a un jurado habituado a leer novela histórica y bastante exigente.


Poco después, el autor firma con Suma, de PRH y publica una nueva novela, Hijos del dios binario, un thriler futurista muy interesante que muestra la versatilidad del autor. No contentos con eso, la editorial decide reeditar en papel la novela y vuelve a ser un éxito de gran importancia. 


Ahora que está a punto de salir su nueva novela histórica sobre Japón, Ocho millones de dioses, su regreso a ese mundo que tan bien conoce, quiero analizar para los lectores qué es lo que ha llevado a este autor y a su primera novela desde el abismo de los miles de libros autoeditados en Amazón hasta situarse y mantenerse entre las 10 más vendidas de su categoría durante un año y alcanzar el sueño de la inmensa mayoría de ellos: firmar con una gran editorial.

La primera causa creo que es la obra en su conjunto. Estamos ante una novela histórica que nos traslada al mundo medieval japonés, un campo que está en auge. Los jóvenes otakus de hace una década han madurado y siguen fascinados por una cultura, una historia y unas costumbres tan diferentes al mundo occidental. Esa fascinación hace que al crecer el individuo se busque también una lectura más madura, más profunda y que, mucha gente que no se ha sentido atraída por el manga, pero que siente curiosidad por ese país vea en la novela histórica un camino para hacerlo. Por otra parte, es lógico que los antaño otakus que devienen en escritores escriban sobre aquello que les fascina y les entusiasma, sobre aquello que desean conocer y contar. Así nos vamos encontrando novelas y relatos que nos trasladan en alas de la imaginación y la lectura al siempre fascinante mundo de los samuráis.

Pero todo esto no pasaría de una simple anécdota y la novela no habría descollado tanto si no fuera por algo más. Y ese algo más lo encontramos en factores como el argumento y la trama. Este posee todos los ingredientes que han cautivado a los lectores a lo largo de toda la historia de la literatura: el joven heredero despojado, el sirviente instructor abnegado, el maestro, confrontaciones bélicas, acción, aventura, intrigas políticas, amores… pero aquí David va más lejos y nos regala una trama perfectamente urdida en la que no hay ningún cabo suelto y cada personaje tiene una función clave en el devenir de la historia. Complicada y a veces enrevesada, nos va llevando de emoción en emoción hacia un final decisivo, inquietante y muy atractivo que nos hace cerrar la novela con un suspiro de satisfacción.

Respecto a los personajes, David sabe tratarlos con maestría, hacer de ellos personas vívidas y reales, con coherencia y con su propia idiosincrasia, lo que hace que se conviertan  en seres de carne y hueso que trascienden el texto escrito. Todo ello nos lo cuenta con un lenguaje muy depurado, una prosa rica y cuidada, casi poética en ocasiones, un estilo elegante y a la vez sencillo, capaz de llegar a cualquier lector. Esta prosa y este estilo, que ya de por sí evoca el mundo oriental, puede que eche hacia atrás a quien va buscando lecturas fáciles, vocabulario justo y tramas sencillas, pues estamos ante un texto cuidado al detalle, en el que no hay nada apresurado, y hasta las escenas de acción parecen mecerse al compás de una sakura cayendo de su rama.

Esta novela, bien estructurada, con un ritmo pausado y a la vez dinámico, con unas descripciones breves y precisas, pero sumamente evocadoras, es capaz de trasladarnos desde las primeras páginas al Japón feudal. Su trama mantiene la tensión, y unos diálogos coherentes y fluidos hacen que la ambientación nos arrope y no nos sintamos para nada extraños en una cultura tan ajena como puede resultarnos la del país del sol naciente.

David B. Gil es licenciado en periodismo y ha trabajado en diferentes organizaciones políticas y de carácter social, como miembro del consejo de redacción de la revista Trabajo y diálogo social y del programa Espacio de encuentro (Cadena SER), coordinador de revistas quincenales en Bahía información (Grupo de Publicaciones del Sur) y redactor y maquetador en varios medios de prensa escrita (Correo de AndalucíaDiario AS). También ha escrito artículos de opinión y reportajes para el suplemento cultural de medios locales de PRISA.

Como autor, fue finalista del Premio Fernando Lara del Grupo Planeta en 2012 y ganador del Premio Hislibris de Novela Histórica al «Mejor autor revelación» en 2015, ambos por El guerrero a la sombra del cerezo. Redactor editorial para ECC Ediciones, autor de artículos para las publicaciones de DC Cómics en España y Latinoamérica y muchas actividades más que sería muy largo de enumerar. 

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